The Streetwalkin' Cheetahs ponen Benalmádena patas arriba.
Punk Rock from L.A. en Málaga.
¡Hola! ¿Qué tal estás? Hoy no traemos noticias, lo que sí te traemos es la crónica de la actuación de los norteamericanos The Streetwalkin' Cheetahs que estuvieron en Málaga en la recta final de su extensa gira española. ¡Dale!
¿Ha nacido un nuevo templo del rock and roll en la costa del sol? No lo sé, pero lo vivido el pasado viernes en Benalmádena, pone de manifiesto que el rock aunque nos lo quieran vender a día de hoy como un género aburguesado para un público que ya peinamos canas, sigue siendo un modo de vida, y sobre todo una actitud ante lo establecido.
Son las nueve y media en una noche cualquiera en la costa del sol, aunque hay más movimiento que de costumbre debido a que es viernes, y el tráfico inunda la ciudad de luces rodantes. Unas luces de un Tivoli apagado miran de reojo a lo que está a punto de ocurrir a sus espaldas en una pequeña sala, y que recordará a sus días de gloria donde fue lugar de encuentro de leyendas como James Brown, Boney M, o Barón Rojo. Pero no nos vengamos arriba, Benalmádena no es una ciudad acostumbrada a un circuito de salas, aquí la música en directo brilla por su ausencia, y más si hablamos de música rock. Es una ciudad turística, pensada por y para los turistas. Hay algunos lugares donde hay música en directo, pero normalmente la programación suele estar orientada a bandas de versiones o tributos, al fin y al cabo es lo que demanda un turismo que lleva cuarenta años afincado en la ciudad costasoleña... hasta ahora. Este hermetismo parece que empieza a romperse con la aparición de la Sala Bonzo junto a la Avenida del cosmos, una sala “reacondicionada” que apuesta por la música rock, y que abre un nuevo mundo de posibilidades a bandas y promotoras que quieran hacer parada en la Costa del Sol, y busquen un formato intermedio entre las grandes salas, y los pubs o bares con música en directo.
Una vez dentro, nos acercamos a la zona de merchan de The Streetwalkin’ Cheetahs que no volvían a España desde hace veinte años, y supongo que está será su primera vez en Málaga. Frank Meyer vocalista/guitarrista y líder de la banda con su camiseta de "La Lola" en homenaje a Lola Flores nos comentó que habían publicado un par de singles con tirada exclusivamente en España, y es que el amor por este país por parte de Frank Meyer y compañía viene de lejos.
Alrededor de las diez y media de la noche los angelinos se hicieron con el control de la treintena de personas allí presentes a base de un punk rock rebelde, sucio y porqué no decirlo, macarra. En algo menos de hora y media, estos señores nos deleitaron con veintidós canciones de su extensa discografía. Un público que parece un poco frío al principio pierde la "vergüenza", y se rinde al culto de los angelinos a base de punk'n'roll donde Frank Meyer al micro nos pregunta si creemos que el Punk Rock ha pasado de moda, para posteriormente demostrarnos que no lo está, y nos pone a todos a bailar con temas como "Lets Dance" de su último EP "Crazy Operator". Es tal la energía allí acumulada que esta comienza a salir a borbotones como si fuera un líquido inflamable a través de las válvulas de los amplificadores incendiando (en sentido figurado) una Sala Bonzo cuyo nombre le viene como anillo al dedo. Temas que pasan como un suspiro, a Frank Meyer le gotea el sudor por la visera de la gorra, el escenario les queda pequeño y no paran de saltar, y está claro que son la viva esencia de ese anacrónico punk 'n' roll de Detroit y Nueva York que se han traído a Málaga.
En un ambiente caluroso, sudoroso y embriagado de alcohol, Frank y Dino no pueden contener las ganas de unirse al público y dejan a sus compañeros sobre la tarima. La guitarra de Frank se estrella contra botellas vacías de cervezas, mientras los vidrios rotos quedan esparcidos sobre el suelo. Frank en un estado de catarsis musical hunde sus rodillas en el suelo, desliza sus dedos sobre el diapasón de su guitarra, mientras su compañero de batallas por más de 30 años, Dino Everett y su bajo, danza alrededor de Frank, en un aquelarre sonoro en el que todos participamos. No hace falta que nos griten “danzad malditos” las notas de “Fun House” de The Stooges, y posteriormente “Black Common” de MC5 ya hacen la conexión entre músicos y público. Sobre el escenario, el guitarrista Bruce Duff, y Mike Sessa a la batería, marcan un ritmo electrizante que recorre la sala de cabo a rabo, y mantienen el orden dentro del caos.
Frank es dicharachero, tiene muy buena vibra como se diría ahora, e interacciona con el público, deja que la gente toque la guitarra, que cante, que se abracen a él, y que formen parte del show, le da igual si falla alguna nota, esto es punk, lo importante es la comunión con un público que siempre se mostrará respetuoso, mientras Frank actúa como un perfecto maestro de ceremonias.
En las distancias cortas, Frank es aún mejor, es cercano, no tiene problemas en hablar de nada, y aún estando empapado hasta arriba de sudor, no se va, se mezcla con la gente, se toma una cerveza, no tiene reparos en hablar de discos, te firma, se hace fotos con una risa de oreja a oreja, y te cuenta lo bien que se lo pasa en España, y el porqué quiere a este país (su último trabajo lo publicaron con un sello de aquí). Pero no solo Frank, el resto de la banda van del mismo palo, son uno más, también peinan canas, pero arriba del escenario son jóvenes, y muchas de esas bandas jóvenes de hoy día deberían aprender de ellos, sobre todo en la actitud.
Si piensas que estás viejo, y no has podido verlos en directo, siento decirte que has perdido una gran oportunidad de volver a ser joven gracias a The Streetwalkin’s Cheetahs.
Setlist:
Future Lost
What’s Coming to me
Lookout
No more
Miss Teen U.S.A
Fast, Fucked and Furious
Do the pop (RadioBirdman)
Looking at you
We are the One’s (We’ve been waiting for)
December in a Day
Let’s Dance
Call The Dogs
Long Haul
Crazy Operator
The Rejected
Kick me down
Shawna
Motor City Rock ‘N’ Roll
Freak out ;am
Built For Speed
Fun House (The Stooges)
Black to Comm (MC5)